Todos los días recibo a última hora la visita de una cría y su padre, a cual mas peculiar. No es raro que vengan a comprar en pijama, combinando eso con cosas impensables. Ayer mismo la cría estuvo aquí con una combinación de pijama con zapatos de tacón de lo mas chic.

Lo curioso de todo esto es que su peculiaridad no es la ropa que llevan sino las preguntas que me hacen.

Hace 5 minutos:
"Donde está el camión?"
"Que camión?"
"El del gas, el camión del gas?"
"...Es una revista, una gominola?"
"No, el gas, el de las botellas"

Gesticula la forma de una bombona de butano. Su padre, detrás, repite los gestos mientras añade
"Pero el de las pequeñas"
"Eh... no lo se, aquí nunca ha habido gas"
"Oh"

La señora facha ha aprovechado para soltarme su retahila de teorías una vez mas. En esta ocasión se ha centrado en el déficit de Asturias y en como todos los periódicos se confabulan y mienten para responsabilizar a FAC del incremento del mismo. Ha ido ojeándolos todos hasta que ha encontrado uno que decía algo que le gustaba.
"El Comercio! El Comercio siempre dice la verdad."

Tras comprarlo ha decidido dejarme El Hormiguero, un periódico de FAC, donde dicen la verdad pero más. Y es que no hay nada como un periódico editado por un partido político para obtener un análisis objetivo de la realidad.

Aquí os lo dejo, disfrutadlo:
http://elhormiguerodeforo.blogspot.com/p/el-hormiguero-en-pdf.html

Tal día como hoy hará cosa de un mes.

Entra un cliente y me pregunta por las revistas porno. Tras ojearlas se queja de que no tenga nada mas fuerte como la Private y se pone a describirme sus preferencias sexuales.

Ese cliente vuelve al día siguiente con un amigo suyo rumano que apenas habla el idioma. El pornógrafo le muestra donde están las revistas y el rumano se pone a ojearlas.
"Con la mujer que tienes para que quieres porno?"

El rumano, como contestación, lee en voz alta la portada de la revista.
"ESTOY CALIENTE!"

En el fondo soy consciente de que las portadas de estas novelas son una estrategia de marketing acojonantemente efectiva. Tras ver esto quien no se plantea leérsela solo para comprobar si el argumento se puede resumir en "Me dijo que tenía 18 años, agente!"?

Un cliente se dedica a rebuscar en su monedero, se pone otro cliente a la cola.

"Entiende, entiende"

"Eh?"

"Que vayas entendiendo, yo no tengo prisa"

"La barra de pan que me vendiste no tenía sal!"

"Que raro, pero si no tengo barras sin sal"

"Que sí, que era sin sal. Bueno, mi hermano la probó y dijo que sí tenía sal, que estaba bien, pero pa mí no tenía nada de sal"

No, señora, si no sabe el número de su móvil no puedo hacerle una recarga.

No, introducir los números de los que no se acuerda al azar no es muy buena idea tampoco.

Hace ya un par de semanas que me llega un tío siempre a las 8 y 25 pidiéndome cosas como "17 céntimos de almendras". La conversación que se produce día tras día es exactamente la siguiente:

"Vaya día hoy, eh?"

"Pues sí, es que es la época"

"Vaya calor!"

La primera vez que me lo dijo yo llevaba guantes, abrigo y bufanda y me había descalzado a media tarde y acercado los pies a la estufa para evitar que me amputasen mis dedos necrotizados.

"Tienes almendras?"

"No, lo siento"

"Y cuanto cuestan?"

"..."

Alguna vez habeis conocido a alguien del que habeis pensado a los 5 segundos "este hombre, si no lo ha hecho ya, algún día se dedicará a enterrar cadáveres en su jardín". Pues se ve que ahora lo tengo de cliente.

Señoras que se ponen a dieta comiendo caramelos para evitar comer pan.

"Son dos euros"

Con cara seria: "Así redondos?"

Asumiendo que es una broma suelto un "jeje" de compromiso. La paisana pone mala cara.

Como conseguir que me acojone con un simple gesto: La loca facha ha entrado en el kiosco con una rosa y se me han subido los huevecillos a la garganta temiendo que fuese para mí

"Porque no es normal que solo beneficie a los empresarios y no se acuerde de los obreros! No es normal!"

Mi paisana fascista, que o bien tiene una cierta confusión sobre lo que son las políticas de derechas o bien esta reforma es capaz de parecer demasiado de derechas a alguien de extrema derecha.

"Yo desde que Bibiana, una transexual, que se casó, que llevaba un ramo de... como se llama eso que huele tan bien?"
"Eh... Jazmín?"
"Orégano! No, eso no"
"...Lavanda?"
"ROMERO!!"
"Pues lo llevaba mucha... Por la santina. Ya te traeré uno... Yo es que cada vez que veo jóvenes que trabajan y pienso 'que se podrá hacer por ellos?'. Venga, taluego"

Dinero, señora, podría darme dinero. El romero déjelo para la cocina.

Dos tipos de clientes con discapacidades cronales:

-El Flash. Incapaz de mantenerse en el mismo sitio durante mas de un microsegundo. El Flash no gira la cabeza, tiene un espasmo que la recoloca en otra posición. Entre que te paga y le das el cambio habrá cambiado el peso de las piernas 347 veces, habrá repiqueteado sobre la mesa en código morse con cualquier objeto cercano la obra entera de Tolstoi y habrá revisado todos y cada uno de sus bolsillos, sus calcetines y hasta sus empastes buscando algún objeto indeterminado. El efecto en general es que parece una persona a la que le faltan frames.

-El Golem. La archinémesis de Flash. Es un hombre llllllleeeeeeeeeeeeeeeeeeeennnnnntttttoooooo en todo y ridículamente torpe. Durante lo que tarda en llegar de la puerta al mostrador te habrá dado tiempo a barrer la tienda entera, lo cual no vendrá nada mal cuando tire absolutamente todo lo que coja al suelo. Hasta que guarde la cartera se habrán alzado y caído civilizaciones. El Gólem es capaz de exasperar a un koala con su cachaza. Este post entero ha sido escrito con un Golem delante y aún le queda para rato.

Es interesante aclarar que ni los Flash son críos ni los Golem abuelos y que ni los Flash van con prisa ni los Golem van sobrados de tiempo

Al móvil

"Estoy en una... como se llama? En una goloncinería. Sí, una goloncinería. Pues cogiendo goloncinas. Eso, un kiosco."

Cuanto mas tiempo paso en el kiosco mas estoy convencido de que todos los adultos necesitan unas clases obligatorias de matemáticas por lo menos un par de horas a la semana. Tengo viajantes que literalmente no saben restar, señoras que me traen 8 chicles de 5 céntimos y me dicen "50, no?", y paisanos que protestan por la vuelta y cuando les explico educada y cuidadosamente que 5 menos 3,20 son 1,80 se excusan diciendo que con los euros no se aclaran.